En general dentro del imaginario popular se considera que asistir a las clínicas privadas supone una mejoría tanto en el trato como la atención y la recuperación de la persona que requiere un tratamiento médico.
Esto es en realidad muy variable y no podemos dar por sentado que es una regla absoluta que sea de esta manera, ya que en realidad es variable en la mayoría de los países. Por poner un ejemplo en los hospitales públicos de la mayoría de los países de habla hispana se encuentran doctores que son eminencias dentro de su campo de acción, sin embargo los servicios se encuentran siempre saturados, por lo que obtener una cama es difícil, además todo el papeleo que se debe de llenar para poder adquirir el derecho de ingreso puede ser molesto para las personas.
Además en la mayoría de los casos estos son hospitales escuela, es decir que los estudiantes de medicina de diversas escuelas (sobre todo públicas) tienen acceso, clases y prácticas en estos hospitales por lo que en muchas ocasiones ellos tienen que dar la cara ante las personas, en ocasiones sin saber muchas cosas.
Por otro lado la atención en clínicas privadas, al estarse pagando se presupone que el trato debe de ser mucho mejor, la atención es más personalizada y sobre todo no existen diez alumnos acompañando a un doctor para hablar de la enfermedad que presentas. Además siempre y cuando tengas el dinero para pagar, en la mayoría de las ocasiones existen camas disponibles para que puedas ingresar en cualquier momento.